Todos a lo largo de nuestra vida hemos sufrido algún dolor en la espalda bien en la zona lumbar (en la zona de los riñones como se dice comúnmente), bien en la parte alta de la espalda o también en la zona cervical afectando al cuello y su movilidad.
El conjunto oseo que constituye la columna puede dividirse en dos porciones, una superior móvil que incluye las regiones cervicales, dorsal y lumbar, y otra fija encastrada que constituye la región sacra. Cada región se compone de un numero de vertebras. La columna vertebral no es rectilínea, sino que presenta cuatro curvaturas que se suceden de arriba abajo alternando su concavidad. Así la columna vertebral humana constituye una estructura de notable complejidad ya que sirve de soporte al tronco y a la cabeza, posee una flexibilidad que permite movimientos del tronco, protege la medula espinal y su estabilidad y resistencia vienen dados también por los ligamentos, discos y músculos.
Comenzando por arriba, en la zona cervical, esta tiene siete vertebras, las más pequeñas y móviles de toda la columna. Es la parte que soporta los cambios de movimiento más intensos de la columna con un peso, el de la cabeza, que oscila entre 5 y 7 kg. Se calcula que movemos la columna cervical alrededor de 600 veces a la hora en nuestras actividades diarias. Por ello alguna vez hemos sufrido tortícolis, un dolor que se inicia de forma brusca acompañado de rigidez. La causa no está clara aunque suele deberse a un espasmo, una contractura del músculo esternocleidomastoideo (vaya nombrecito,je,je). La recomendación general es aplicar en frio en los primeros momentos y la realización de masajes con aplicación de antiinflamatorios tópicos. Si el dolor persiste tomar analgésicos/antinflamatorios orales con o sin relajante muscular y pasar a aplicar calor.
También puede ocurrir que tras un movimiento brusco y violento presentemos un latigazo cervical donde haya una lesión en los ligamentos, músculos, tendones del cuello y nuca. El dolor puede presentar rigidez, llegar al hombro y parte baja de la espalda e incluso sensación de mareo e inestabilidad. En este caso tras una exploración física y pruebas médicas se suele tratar con el uso de un collarín blando las primeras horas para reducir el espasmo muscular y la aplicación de hielo hasta las 48 horas de la lesión.
A la toma de medicamentos analgésico y/o antiinflamatorios se puede añadir la toma del complejo vitamínico B12, B6, B1 como coadyuvante del tratamiento oral. Otros tratamientos complementarios como masajes, ejercicios, la aplicación de calor en la zona afectada, la estimulación eléctrica transcutánea de las terminaciones nerviosas en los músculos deben estar siempre dirigidas por un profesional sanitario.
En otras ocasiones el dolor se centra en la zona dorsal de la espalda. Suelen ser contracturas que aparecen cuando se le exige al músculo un trabajo mayor del que puede realizar en tiempo o en intensidad. Es un dolor que aumenta con los movimientos y los limita e incluso se extiende a la musculatura de hombros y cuello originando mas dolor. El estrés y la ansiedad incrementan esta situación. Siempre que se hayan descartado situaciones anómalas en la propia estructura de la columna como desviación de esta el tratamiento será similar al de la zona cervical: aplicación del calor local y masajes con antinflamatorios tópicos. Si persiste tomar por vía oral analgésicos/antiinflamatorios y relajantes musculares. Insistimos de nuevo en la toma del complejo vitamínico B12, B6,B1.
Ya en la parte baja de la columna, la zona lumbar, se trata de un dolor causado por alteraciones de ligamentos, músculos, vertebras que en ocasiones se irradia al nervio ciático prolongándose hacia una o ambas piernas llegando incluso hasta el talón; es lo que solemos llamar ¨ciática¨ El tratamiento a seguir es similar a los anteriores. El reposo a seguir tiene que ser relativo, no más de dos días a no ser que sea muy limitante, la toma de analgésicos o antinflamatorios, relajantes, el complejo B12, B6,B1 y la aplicación de calor local. En este caso la utilización de una faja puede ayudar como medida de soporte especialmente en personas con historial previa de lumbalgias repetitivas o que por su actividad laboral sobrecarguen la zona lumbar.
Cuando ya cede el dolor es interesante realizar ejercicios para potenciar la musculatura y como medida preventiva seguir ciertas normas de higiene postural.
. Al levantar pesos mantenerlos cerca del cuerpo,
. No permanecer mucho tiempo de pie o sentado. Cada dos horas realizar estiramientos musculares. Si es necesario estar de pie, apoyar uno de los pies en un banquito bajo.
. Utilizar calzado cómodo y con poco tacón.
. Evitar el sobrepeso. Practicar la natación, evitar el sedentarismo.
. El complejo vitamínico B12, B6, B1 se ha revelado como un tratamiento interesante tanto en el color crónico para prevenir recaídas como en el dolor aguda de lumbalgias, ciáticas, dorsalgias y cervicalgias. Supone un refuerzo del tratamiento del antiinflamatorio reduciendo su consumo ya que este complejo actúa en el sistema nervioso central reduciendo el dolor. La toma de uno o dos comprimidos al día (mañana y mediodía) durante 14 días no supone mayor trastorno ya que su exceso se elimina por orina. En todo caso en la farmacia te aclararemos las dudas que se te puedan presentar.
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