La mayoría de nosotros no utilizamos ni gafas, ni cremas con protección solar en estos meses de invierno, pero tenemos que tener en cuenta que, aunque haya días que no se ve el  sol porque se encuentra entre nubes, hay que mantenerse protegido , ya que los rayos solares siguen siendo nocivos en los meses fríos en los que nos encontramos.

Muy poca gente, en invierno, se protege del sol pensando que es una tontería más para vender más producto y a precios elevados, pero no es así.  Cuando se produce una exposición solar excesiva sin protección correcta, ocurre una inflamación en la piel, conocida como quemadura o eritema solar tiene signos muy evidentes, enrojecimiento, según la intensidad, mas dolor, sensibilidad e incluso ampollas.

A  parte de esto puede producirnos fotoinmunosupresión. Consecuentemente  favorece una infección viral latente, por ejemplo como son los herpes.

Por último hablar del factor que ahora mismo es de lo más preocupante, posible cáncer de piel, así como hablamos del envejecimiento celular, un envejecimiento prematuro, viéndose en arrugas o surcos en la piel, perdida de la elasticidad y la firmeza, con la aparición de manchas y vascularización.

Esto va dirigido sobre todo a los esquiadores, vamos a empezar a plantearnos una protección diaria y aún más cuando se suba a disfrutar la nieve recién caída, no vayamos a estropear días de esta fantástica temporada y nos vayamos a quedar en casa por un exceso de sol en la cara con una marca blanca de las gafas de ventisca y el resto de la cara rojo pasión. Que sabemos que por mucho que estemos en fechas de San Valentín y de amor eterno, no es buena idea por las consecuencias que nos conlleva.

Eloisa Sancho Cardiel
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