Hoy en día muchos pacientes, polimedicados y no polimedicados, toman Omeprazol junto con el resto de su medicación con el fin de paliar los efectos que puedan causar los «cócteles bomba» de medicamentos. Es el principal uso de esta molécula, pero no queda la cosa ahí, se usa también para el tratamiento de la úlcera duodenal y gástrica; así como esofagitis por reflujo gastroesofágico. Y en casos más graves para el Síndrome de Zollinger-Ellison y otras condiciones hipersecretorias (exceso de secreción de ácido).
Una molécula maravillosa podríamos decir, con muchos usos, pero hay ciertas cosas que no se suelen conocer de ella y creo que es importante que se sepan.
El omeprazol tiene un mecanismo de acción que consiste en inhibir la bomba de protones gástrica, y me diréis, «¿¿¿Y ezo que ezz???«, pues ni más ni menos que inhibe la secreción de ácido al estómago. El ácido ayuda a la digestión de los alimentos que ingerimos rompiendo los enlaces de las moléculas de las que se componen estos. Pero tiene una función más en el organismo, es fundamental para el sistema de defensa eliminando posibles intrusos. El problema del ácido secretado es que a veces es excesivo, lo que causa problemas en la pared del estómago dañándolo y provocando las úlceras entre otras patologías.
Ahora bien, la toma continuada de esta molécula se ha demostrado causa ciertos problemas. JAMA (The Journal of the American Medical Association ), una de las cinco publicaciones médicas más prestigiosas del mundo alertó el año pasado que la toma continuada de Omeprazol durante más de dos años puede causar daño neurológico y anemia, conclusión sacada a partir de un estudio de la organización Kaiser Permanente, que provee de servicios médicos en Estados Unidos. Esto es debido a que se produce un déficit de vitamina B12, esencial como el resto de vitaminas. El ácido gástrico es necesario para que se libere la vitamina del alimento y se pueda absorber al organismo. Si tomamos de forma prolongada Omeprazol lo que hacemos es disminuir la cantidad de ácido en el estómago, derivando en una menor liberación de la vitamina que pasa al torrente sanguíneo y por tanto que penetra en nuestro organismo para su uso.
Se ha estimado que el 65% de las personas que toman la molécula diariamente durante dos o más años padecen una insuficiencia de vitamina B12, la cual es esencial para procesos cerebrales y del sistema nervioso. Con la toma de una pastilla y media (según dosis de cada paciente) el porcentaje sube hasta el 95%, algo grave teniendo en cuenta que una deficiencia prolongada puede provocar demencia.
Los síntomas de un déficit de vitamina B12 se manifiestan por la aparición de fatiga, cansancio, diarreas o úlceras en la boca; síntomas comunes que pueden despistar pensando que es algo pasajero provocado por otros agentes.
Por ello recomendamos desde aquí que si sois usuarios habituales de Omeprazol y lleváis en tratamiento dos años o más, o incluso menos de dos años, acudais al médico a realizaros análisis para comprobar que todo va bien, y de no ser así poder establecer un tratamiento que mejore la situación. No hay que dejar de tomar el tratamiento, en absoluto, pues podría ser peor el remedio que la enfermedad, simplemente hay que hablar con el médico de la situación y comprobar que todo está en orden, ajustar dosis y realizar descansos si fueran necesarios.
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