Todos queremos lo mejor para nuestros hijos, más si cabe cuando estos acaban de nacer. Son tan vulnerables e indefensos, y nosotros aún andamos con la emoción a flor de piel ante el ¨milagro de la vida¨ como cantan los poetas.
La OMS recomienda la leche maternizada hasta los seis meses como mínimo. Es un alimento inigualable, un alimento que contiene células inmunocompetentes y bacterias, un alimento vivo que cambia de composición a lo largo del día según la dieta de la madre. Es un alimento único, pero no insustituible, todo un reto para la industria farmacéutica, ya que las leches infantiles o de crecimiento son una alternativa útil y complementaria en la dieta para alcanzar la ingesta de nutrientes esenciales en la infancia, como Omega3, hierro y vitamina D. Aunque la base de las leches infantiles es la leche de vaca, esta no se recomienda antes de los 12 meses e incluso elevan la recomendación hasta los 2-3 años por su riqueza en proteínas no aptas para las necesidades metabólicas del niño.
Pero, ¿cómo valoramos la calidad de una leche infantil?, ¿qué significan GOS, nucleótidos y frutooligosacaridos, componentes de las leches infantiles? ¿por qué llevan taurina?
Lógicamente tienen que ser enriquecidas con minerales siendo imprescindible el hierro, necesario para producir glóbulos rojos, el calcio, necesario para el crecimiento y desarrollo de los huesos, y el zinc, mineral necesario para la producción y actuación de las enzimas activadoras de los procesos metabólicos.
En cuanto a las vitaminas, la vit.D ayuda a la absorción del calcio y la vit.C aumenta la absorción del hierro por nombrar las imprescindibles.
Otro desconocido de nombre impronunciable, galactoolisacarido (GOS) derivado de la lactosa aporta una acción prebiótica que apoya el fortalecimiento del sistema inmune. En esa línea trabajan también los frutoolisacaridos (FOS), favoreciendo el crecimiento de las bifidobacterias y lactofilos que estimula la actuación de las defensas del organismo y frena la posibilidad de trastornos digestivos.
Los Nucleótidos son un grupo de moléculas orgánicas (las localizareis con el nombre de 5-monofosfato) que sirven para transferir energía necesaria en los procesos metabólicos, es decir la energía necesaria en los procesos bioquímicos que se producen en las células.
Otro imprescindible son los Omega3 (DHA), primordial en el desarrollo del cerebro, en el desarrollo cognitivo del bebe y en la agudeza visual.
Algunas marcas incorporan también inositol, compuesto orgánico necesario para la circulación sanguínea que reduce junto a la colina que los lípidos, es decir, las grasas, se depositen en el hígado.
La taurina es un aminoácido que actúa en la capacidad auditiva, visual y perceptiva del bebe.
Por último, L-carnitina también suele ser añadida a las leches infantiles al ser esencial para la formación del tejido muscular.
Sin duda amamantar a tu bebe siempre será la primera y la mejor opción pero cuando esto no es posible por diferentes circunstancias las leches infantiles hoy en día están lo suficientemente ¨logradas¨ como para que tu bebe crezca sano y fuerte. Y ante la duda en su composición en la farmacia os aclaramos cualquier duda.
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